Han pasado muchos días desde mi última entrada. Y no es por vagancia, es por no querer hablar de nuevo de amigos que se van definitivamente. De personas jovenes, de Pepe y de Lola que se han ido. Maldito cáncer. Cuesta pensar que no vamos a volver a veros.
Lola, todo energía, vitalidad, coherencia, amistad,…
Muchísimas las personas que os apreciabamos, que os queríamos y que estuvimos allí, en silencio
Muchas las palabras de despedida. Como el poema de Jose Hierro que adaptó Cuca.
Y como las canciones que, tú misma, seleccionaste para tu funeral.
Lola, nuestra Lola.
http://youtu.be/FQqasc0GYMo
Poema para Lola
Aquellas que han sentido una vez en sus manos
temblar la alegría no podrán morir nunca
Yo lo veo muy claro en mi noche completa.
Me costó muchos siglos de muerte poder comprenderlo,
muchos siglos de olvido y de sombra constante,
muchos siglos de darle mi cuerpo extinguido
a la hierba que encima de mi balancea su fresca verdura.
Ahora el aire, allá arriba, más alto que el suelo que pisan los vivos será azul.
Temblará estremecido, rompiéndose,
desgarrado su vidrio oloroso por claras campanas,
por el curvo volar de gorriones,
por las flores doradas y blancas de esencias frutales.
(Yo una vez hice un ramo con ellas.
Puede ser que después arrojara las flores al agua,
puede ser que le diera flores a una niña pequeña,
que llenara de flores alguna cabeza que ya no recuerdo,
que a mi madre llevara las flores;
yo querría poner primavera en sus manos)
¡Será ya primavera allá arriba!
Pero ella que sintió una vez en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca
Pero ella que tocó las agudas agujas del pino
no podrá morir nunca
Morirán los que nunca jamás sorprendieron
aquel vago pasar de la loca alegría.
Aunque tu cuerpo haya muerto hoy, Lola
Aunque muera tu cuerpo, y no quede memoria de ti
(José Hierro, 1947 , adaptado) Cuca